Marcos Loayza

27 Julio, 2021
entrevista a Marcos Loayza

Nuestro invitado de lujo hoy en Cvltvral es un gran director y guionista, una persona que ha dedicado todo su trabajo al cine boliviano. Es considerado un destacado cineasta a nivel internacional por varios críticos y sus películas han sido rankeadas entre las mejores producciones latinas en varias selecciones, muestras y antologías. A lo largo de su carrera se ha hecho merecedor de varios premios y reconocimientos internacionales. En esta exclusiva conocemos un poquito de su vida y mucho sobre su gran trabajo como cineasta… sean todos bienvenidos al show.

¿Quién es Marcos?
Un humanista que trabaja y se interesa en todos los aspectos humanos y culturales de los hombres y de los bolivianos.

 

¿El cine llega a tu vida o es un camino que tú elegiste?
Cuando era niño, así como me gustaba dibujar, me encantaba ir los días de semana a las matinés solo y los domingos ir a las matinales al Cine 6 de Agosto con mi hermano y mis amigos; después me compré unos libros sobre cine. En el colegio participaba del cine club juvenil que dirigía Luis Espinal y Renzo Cotta; ya en la universidad empecé a hacer guiones y filmaciones en cine Súper 8, que nunca terminé. Al inicio quería hacer películas de dibujos animados.

¿Cuál ha sido la primera película que te hizo ver el cine de la manera en que lo concibes hoy en día?
No hay una película sino la suma de varias. Eran tiempos muy conservadores los que vivía la sociedad paceña a diferencia de lo que pasaba en el cine, por suerte me tocó vivir la época de la renovación y la rebeldía de los años 60. Creo que algunas fundamentales fueron las primeras de Woody Allen que tenía un humor entonces muy desinhibido, en especial recuerdo “Robó, huyó y lo pescaron” o esas comedias disparatadas como “El mundo está loco loco”(Stanley Kramer) o “Casino Royal” (varios directores entre ellos John Huston) ; el humor irreverente de las comedias italianas como “Amigos míos” (Mario Monicelli); “El sindicalista”, “El círculo trágico” de Fantozzi (Luciano Salce), “Mimi el metalurgista herido en su honor” (Lina Wertmuller) y también todos los spaguettis que tenían de protagonista al gringo, al bueno, a Django, a Sartana y al Triniti; las comedias románticas hippies “Enséñame a vivir” (Hal Ashby), “Amigos” (Lewis Gilbert), “Melody” (Waris Hussein). Después vinieron las películas más serias como “La Naranja Mecanica” (Stanley Kubrick), “La Mujer de Arena” (Hiroshi Teshigahara), “El epantapájaros”(Jerry Schatzberg), “Un hombre de suerte”(Lindasay Anderson).

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¿Cuáles son los directores que más influyen en tu trabajo cinematográfico?
En Bolivia, sin duda, Antonio Eguino. En general, me gustaban mucho los directores críticos de los países socialistas como Micklos Jacso, Andrzej Wajda, Jerzy Kawalerowicz, Andrei Tarkovsky, Tomas Gutierres Alea. Estuve muy cercano al cine español de Carlos Saura en sus primeros trabajos, Berlanga, Victor Erice y sobre todo el de don Luis Buñuel. De Francia más del lado de Resnais y de Truffaut que de Godard.

¿Cuántas producciones audiovisuales llevas en tu haber?
Muchas, desde la Telenovela Radio Pasión, 7 largometrajes, algunos videoclips de los noventa y muchos cortos.

¿Qué buscas comunicar mediante tu arte?
Creo que no debemos perder nuestro pensamiento humanista, el arte debe y puede convocar no solo a la razón y al pensamiento, sino sobre todo aquello que algunos llaman alma. Al sentimiento; parafraseando a Kierkegard, puedo decir “que hay cosas que solo se pueden aprender desde las lágrimas”. Pero también se aprende desde la risa, desde el corazón, desde la nostalgia, desde la piel. Las historias nos permiten ponernos en los zapatos de los otros y conocerlos y así es posible conocernos mejor a nosotros mismos y seamos mejores personas.

¿Cuántos guiones propios has podido dirigir al momento?
“Cuestión de fe”, “Escrito en el agua,” “El corazón de Jesús”, “El estado de las cosas”, “Las Bellas durmientes” y “Averno”.

¿En qué sentido consideras que has evolucionado como director desde tu primer filme “Cuestión de Fe” hasta hoy?
Espero estar ahora más maduro, con cada obra se va adentrando en el camino que uno se traza y dejando atrás las consignas, los modismos y las modas; espero cada vez poder contactarme más con el subconsciente del espectador, espero que uno puede comprender qué cosas son las esenciales y qué cosas son puro adorno, dejar de lado las tentaciones del ornamento; hacer un arte con menos ornamento y más estructura, uno acumula conocimiento y aspira a la sabiduría con los años. Pero tambien está el peligro de la decadencia.

¿Cuál dirías que es tu mayor aporte al cine nacional como uno de los directores más representativos del momento?
Creo que esa respuesta la debe tener de manera más clara el público, los historiadores, los cineastas más jóvenes o los críticos; yo puedo dar fe de las intenciones, de nuestros puntos de partida que eran, sobre todo, ponerse a la misma altura que el espectador, nunca encima de él. Creer firmemente en su capacidad, en apelar a su curiosidad e inteligencia; saber que no teníamos nada que aportar a su concientización, saber que ellos tenían más autoridad que nosotros para denunciar injusticias, que lo que más nos faltaba era rescatar nuestro propia identidad, que es nuestro humor, nuestra manera de ser, la manera de ver el mundo particular, ir más allá de las dicotomías que nos enseñaron en el colegio y la universidad, que la primera tarea del artista con su sociedad es la excelencia artística, creer que nos hacía falta más personajes particulares y entrañables que personajes colectivos. También entender que el cine, como casi todo, el arte no es intrumento de ninguna causa, sino una obra que no sirve para nada, solo para hacer mejor a los que la consumen, creíamos en la necesidad de indagar a fondo en la manera de contar historias que valgan la pena ser contadas y que sucedan acá, es decir, buscar un diálogo entre el pajpacu y Aristóteles, entablar un diálogo fecundo entre todas las artes y compartir sus hallazgos y aplicarlos al cine; hacer de una película un arte compartido, queríamos salir de solemnidad, queríamos hablar desde el lugar de los protagonistas. Creíamos que se aprende cine haciendo cine.

¿Cómo ves en la actualidad el cine nacional en términos generales?
Creo que los jóvenes ahora les están dando una mayor vitalidad y calidad que aseguran su larga vida.

¿Qué proyectos tienes en agenda esta segunda mitad del año dentro de lo que la pandemia permita?
En Alma Films estamos preparando el estreno de la película “Utama” dirigida por Alejandro Loayza Grisi y producida por Santiago Loayza Grisi.

Checklist:

4 libros inolvidables:
El manatial de Ayn Rand
Poesía vertical de Roberto Juarroz
Llona llega con la lluvia de Alvaro Mutis
El arte de la paz de Morehei Ueshiba
4 películas imperdibles:
400 golpes de Fracois Truffaaut
Un hombre de suerte de Lindsay Anderson
Bésame estúpido de Bil Wilder
El espíritu de la colmena de Víctor Erice
3 directores de cine que más admires:
Luis Buñuel
Bill Wilder
Sam Pekimpah
3 cosas esenciales en la vida:
Los afectos
La familia
La paz interior

 

LInk. https://www.eldiario.net/portal/2021/07/25/marcos-loayza/