“Las bellas durmientes juega con los límites del absurdo”

16 Diciembre, 2012
“Las bellas durmientes juega con los límites del absurdo”
ENTREVISTA A MARCOS LOAYZA, QUIEN ESTRENA SU NUEVA PELÍCULA ESTE JUEVES

“Las bellas durmientes juega con los límites del absurdo”

16 de diciembre de 2012 (23:55 h.)

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Marcos Loayza, el director de piezas imprescindibles del cine boliviano, como Cuestión de fe (1995), Escrito en el agua (1998), El corazón de Jesús (2004) y El estado de las cosas (2007), está a poco tiempo de estrenar una nueva película. Sin dudas, la película boliviana más esperada de este año, después de Insurgentes de Jorge Sanjinés. Títulada Las bellas durmientes, según lo que nos adelantó el director, es una suerte de thriller, que siguiendo el tenor de las otras obras de Loayza, estará repleto de sentido del humor y de esa su aguda visión crítica del mundo.

La cinta cuenta la historia del cabo Quispe, un policía orureño, humilde y bonachón, que está destinado a la Unidad de Investigaciones Especiales de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Por azares de la vida, el cabo deberá investigar una serie de casos criminales que estremecerán al país. En su faena descubrirá un sinnúmero de secretos de sus colegas, de la sociedad y de su propia naturaleza, que tal vez hubiese preferido mantener escondidos. Santa Cruz, la ciudad en la que se desarrolla la historia, se impone como la gran bella durmiente que atestigua una historia que está llena de hermosas mujeres, crímenes, drama, situaciones absurdamente realistas y personajes que sólo son posibles en nuestro país.

El realizador paceño contó con la colaboración de un notable equipo de profesionales, Gustavo Soto se hizo cargo de la dirección de fotografía, Abel Bellido de la dirección de arte, Daniela Mendizábal de la continuidad y el vestuario, Vanesa Basaure del maquillaje y, según la información del blog de la película, se contó con la colaboración del estilista Migue Fernández. Además, otra constante en las películas de Loayza, la música promete ser una experiencia especial y particular, que completa, que potencia a la obra cinematográfica. Las bellas durmientes ha sido musicalizada por el maestro García, compinche de Loayza, y se presume que repetirán el éxito de sus colaboraciones en Cuestión de fe y El Corazón de Jesús.

En varias entrevistas, Loayza reconoció que en esta cinta trabajó con buena parte de la gente que quiere. Eso se deja ver en el reparto, encabezado por Luigi Antezana, uno de los actores más carismáticos del cine boliviano reciente. A pesar de que este es su primer protagónico, tiene basta experiencia (ha trabajado con Loayza en las cintas Cuestión de fe y El corazón de Jesús, con Rodrigo Ayala Bluske en Día de boda e Historias de vino, singani y alcoba, con Rodrigo Bellott en ¿Quién mató a la llamita blanca? y con Laurent Jaoui La cacería del nazi, entre otras). Completan el elenco actores muy conocidos y queridos en nuestro medio como Fred Nuñez, Elías Serrano (que encarnará a un forense) y Carlos Rocabado (el conductor de televisión, que ya tuvo alguna experiencia actoral en Dependencia sexual), entre varios otros. Además, ha nutrido el filme con sus “bellas durmientes”, la Miss Bolivia Yessica Mouton, Andrea Aliaga, Giselly Ayub, Marioli Arteaga y Paola Salinas, entre otras.

Han pasado siete años desde la última ficción de Loayza, El corazón de Jesús, y cuatro desde su última película, el documental El estado de las cosas, será muy interesante ver la obra de este Loayza mucho más maduro. Anticipándonos al estreno en Cochabamba, la RAMONA, entrevistó muy brevemente al realizador paceño.

-Sin dudas, el panorama cinematográfico nacional ha cambiado desde el estreno comercial de su último largometraje (El estado de las cosas, 2007). ¿Qué implica estrenar una cinta hoy día?

Mucha mayor incertidumbre. Muchos otros estrenos desgastaron la fidelidad del público nacional. Las condiciones ahora son totalmente diferentes, las salas han cambiado y en general el cine también ha cambiado, está cambiando, desde sus formatos técnicos, hasta sus maneras de ser visto.

-El estreno tiene un retraso importante, pues estaba programado para hace más de un año. Algo que es habitual en nuestro medio, por las paupérrimas condiciones de la industria. Pero, al menos, ¿es cierto eso de que “las cosas buenas se hacen esperar”?

Sí, se hacen esperar. Es una cinta que decidimos estrenarla cuando todo este a nuestro verdadero gusto, se cambiaron algunas cosas, y sobre todo queríamos tener las mínimas condiciones necesarias para poder mostrarla a nuestra sociedad.

-Al menos en los papeles, Las bellas durmientes es un thriller con elementos de comedia negra. ¿Es cine de género o es una propuesta más personal y/o autoral?

Es un thriller porque usa y reflexiona esos códigos, pero desde una perspectiva nuestra. Tiene elementos de comedia negra y, sobre todo, se juega con los límites del absurdo, pero desde otra perspectiva a la que se usaba antes, más cercano al surrealismo, pero en este siglo, no sé, es algo que aún se está proponiendo. Sigo pensando que el público agradece cuando se incentiva su inteligencia, pero que eso no sea sinónimo de aburrimiento, sino todo lo contrario. Todo eso sin salirse de que es una fábula, un cuento de hadas…

-En todas sus películas el espacio en el que se desarrolla la historia es muy importante. Aparentemente, en esta cinta, la ciudad de Santa Cruz es un personaje más. ¿Cómo fue la experiencia en la capital oriental?

Sí, es un personaje, es además la metáfora de un personaje, en una historia llena de metáforas. Y fue por demás agradable filmar allá, por la hospitalidad y la confianza de la gente.

-Además de ser un producto de entretenimiento, como todo buen thriller policial, aparentemente, Las bellas durmientes hace una reflexión social. ¿Sobre qué cuestiones fundamentales reflexiona su película?

Uno, por lo menos yo no hago la película para reflexionar de cosas que me sugiere la historia que manejo entre las manos, sin saber exactamente cual es realmente el tema de la película. Creo que un sociólogo, cuando no hace política, puede reflexionar mejor que un cineasta, que un artista. Un artista hace que sea el público que pueda reflexionar después de ver la obra.



-Tiene un reparto lleno de carisma, muy atractivo, por distintas razones. ¿Cómo fue la experiencia de trabajo?

Gratificante, gente joven con mucho talento demostró que una de las cosas más importantes es el amor al arte, para trabajar en eso.

-Su película trata sobre asesinatos en serie. ¿Es esta una obra sobre la aniquilación de la belleza?

No creo, sino todo lo contrario, son cadáveres casi divinos que nos permiten mostrar la dignidad de personajes humildes, y que ocupan el estamento más bajo de la sociedad. Creo que se trata de eso.

-¿Tiene planificado el estreno de la película fuera de Bolivia? ¿Cómo se la distribuirá?

Primero en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, después en el interior.

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