El laboratorio Islab se adapta a la pandemia y cierra su primera edición virtual

El laboratorio de guiones Islab acaba de cerrar su tercera edición y lo hizo de un modo que no anticipó a inicios de este 2020: a través de una pantalla. Acostumbrados a realizar los talleres y clases magistrales a orillas del lago Titicaca, este año los realizadores Alejandro Loayza Grisi y Juan Pablo Richter tuvieron que adaptarse a la coyuntura y organizar una propuesta que mantuviera el objetivo de fomentar y apoyar el trabajo de los guionistas bolivianos. 

“Creemos que las cosas no pueden detenerse. Creemos que lo más importante de las cosas que hacemos en el cine es seguir haciéndolo a pesar de la mala coyuntura. Y así se hace el cine en Bolivia. A pesar de que no hay apoyo estatal, a pesar de que no hay apoyo empresarial, incluso no hay apoyo del público, el cine se sigue haciendo”, señaló Loayza Grisi. “La cultura necesita tener ese empuje. Entonces no importa cuáles sean las circunstancias, nosotros vamos a hacer siempre el Islab”, aseguró el realizador. 

En pasadas ediciones, los impulsores llevaban a los seis seleccionados a una estancia en la Isla del Sol donde los guionistas recibían asesoramiento y clases magistrales. Este año, debido a la emergencia sanitaria, el laboratorio se llevó a cabo de forma virtual, lo cual facilitó la presencia de reconocidas personalidades internacionales. 

“Estos eventos suelen estar muy marcados por la experiencia conjunta, por compartir almuerzos, cenas, desayunos. Es una de las mayores ventajas que tienen estos laboratorios, que crean vínculos de por vida”, explicó el director. “Este año como no se podía estar presencialmente hemos aprovechado y hemos tenido otros privilegios. Siempre hemos tenido asesores de primer nivel, pero (esta vez) hemos podido tener asesores de todas partes del mundo y aparte de eso hemos agregado más actividades y más personas que han conocido a los talleristas. Han sido tres expertos franceses de distintos festivales, como para acercarlos a la industria mundial del cine independiente, y tres productores bolivianos, para darles un poco más de conocimiento sobre qué hacer después con el proyecto”, añadió. 

La propuesta sin duda parece haber llamado la atención de los guionistas nacionales, que pese a la pandemia registraron un número récord de postulaciones. En total se presentaron 27 proyectos, de los cuales 22 eran óperas primas y cinco segundas películas. Una cifra que parece confirmar que “en Bolivia hay muchas historias por contar y sobre todo muchos guionistas buscando oportunidades y espacios de aprendizaje e intercambio”, según destacaron los organizadores. 

Los proyectos seleccionados fueron: 'Darcy', de Denisse Arancibia; 'Justina y Cía', de Natalia Chávez; 'Interior', de Luis Brun; '99 Secretos', de Álvaro Manzano; 'Dueños del Silencio', de Patricia Prada; y 'La reina de los siete días', de Diego Pino. 

El cuerpo de asesores, por su parte, estuvo conformado por la guionista y directora argentina Clarisa Navas, el cineasta y productor chileno José Luis Torres Leiva; y la realizadora argentina-costarricense Sofía Quirós. Además esta edición contó con una charla especial con el guionista francés Olivier Gorce.